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Timbre y
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![]() NOMBRE COMPLETOLuis de Francia.
Sobrenombres:
"el Bienamado" 2 Titulación extranjera: rey de Francia, delfín de Francia, duque de Anjou INFORMACIÓN PERSONAL
Nacimiento:
15 de febrero de 1710, palacio de Versalles
INTITULACIONES Y MENCIONES:
(4 de enero de 1717)
(marzo de 1724)
(3 de junio de 1729, París)
(27 de agosto de 1733,
Versalles)
(febrero de 1742)
(15 de julio de 1749,
Compiègne)
(junio de 1752)
(noviembre de 1766)
(25 de abril de 1774)
S.M. don Luis XV de Francia y IV de Navarra fue el XXXVIII soberano de Navarra y por mandato imprescriptible de sangre descendiente directo de sus reyes Enneco "Arista" [i], García Ennecones [ii], Fortún Garcés [iii], García Sánchez [v], Sancho "Abarca" [vi], García "el Tembloroso" [vii], Sancho "el Mayor" [viii], García "el de Nájera" [ix], García "el Restaurador" [xiv], Sancho "el Sabio" [xv], Teobaldo "el Trovador" [xvii], Enrique "el Gordo" [xix], Juana "de Champaña" [xx], Luis "el Hutín" [xxi], Juana "de Navarra" [xxv], Carlos "el Justiciero" [xxvi], Carlos "el Noble" [xxvii], Blanca "de Navarra" [xxviii] y Juan "el Usurpador" [xxix], Leonor "de Navarra" [xxx], Catalina "de Foix" [xxxii], Enrique "el Sangüesino" [xxxiii], Juana "de Albret" [xxxiv], Enrique "el Bearnés" [xxxv], Luis "el Justo" [xxxvi], y Luis "el Grande" [xxxvii]. MATRIMONIO Y DESCENDENCIA:
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"(...) Tras fallecer S.M. don Luis "el Grande" en 1715 después de un reinado de setenta y dos años en el que había conseguido hacer a toda Europa girar a su alrededor 53.81, el trono navarro recayó en su bisnieto el delfín don Luis a la edad de cinco años. El salto de dos generaciones en la transmisión de los derechos dinásticos resultó inesperado y luctuoso, ya que previamente y en un corto periodo de tiempo habían fallecido en 1711 el abuelo del nuevo rey e igualmente feneció el padre del nuevo rey en 1712. Cumpliendo la voluntad testamental del difunto monarca Luis "el Grande", el poder efectivo fue entregado a un Consejo de Regencia que él mismo rey había organizado en vida y que estaba presidido por su sobrino Felipe, duque de Orleans 53.81, y que se prolongaría mientras durase la minoría de edad de su bisnieto y nuevo monarca. Sin embargo Felipe de Orleans, tío-abuelo segundo del nuevo rey y por lo tanto el pariente más cercano en la corte de Versalles del joven monarca, empleó su autoridad para contravenir el testamento del rey finado y con el respaldo del Parlamento restar la influencia del resto de miembros del Consejo de Regencia hasta convertirse en regente único, con plenos poderes hasta que llegase la mayoría de edad del joven rey. Mientras tanto, al sur de los Pirineos los reyes de las Españas SS.MM. don Felipe V y de su segunda esposa doña Isabel de Farnesio, lejos de respetar los tratados vigentes de Utrecht, Rastatt y Baden que aseguraban la paz y el equilibrio de poder entre las diferentes potencias europeas, entendieron la minoría de edad del nuevo dúplice rey de Francia y de Navarra como una debilidad propia de la monarquía vecina de la que poder sacar provecho. SS.MM. don Felipe V y doña Isabel de Farnesio ambicionaban mayor relevancia dinástica y territorial de España en el tablero internacional, por lo que a la muerte de S.M. Luis "el Grande" plantearon desprenderse de la subordinación política española respecto a la francesa surgida como contraprestación del apoyo del difunto Luis "el Grande" a la causa de Felipe V durante la Guerra de Sucesión Española. Para retomar el control de su reino y comenzar a diseñar una política independiente Felipe V inició una política revisionista de los tratados internacionales 53.78 acordados durante el reinado del dúplice rey de Francia y de Navarra. De la mano de la reina consorte doña Isabel de Farnesio el también parmesano cardenal Alberoni se fue abriendo camino dentro de la corte de Felipe V hasta instalarse en la cumbre del poder de la corte española. Tutelada hasta ese momento desde Francia, el influyente cardenal Alberoni logró con la protección de la reina consorte imponer un cambio de rumbo en la corte española y virar esa influencia hacia el lado italiano, consiguiendo con ello que el gobierno de Felipe V se distanciase de Francia y comenzara a plantearse sus propios objetivos políticos. Las renovadas pretensiones españolas consistían por un lado en una expansión territorial recuperando para Felipe V aquellos estados que la Monarquía Hispánica había perdido tras la firma de los tratados de paz, como Sicilia que fue cedida en favor del duque de Saboya o como Nápoles, Cerdeña y Milán que tras el acuerdo entre París y Viena ratificado en Rastatt (1714) pasaron a pertenecer al emperador Carlos VI 53.78, antiguo Archiduque Carlos, contrincante del propio Felipe V unos años antes en la Guerra de Sucesión Española. Por otro lado, el monarca español también pretendía asegurar para su hijo el infante don Carlos, cuarto en la línea de sucesión al trono de las Españas y primer hijo del segundo matrimonio de S.M. el rey don Felipe V con su segunda esposa doña Isabel de Farnesio, la sucesión en Italia de los ducados de Parma y de Toscana.
E igualmente entre
las pretensiones de Felipe V se encontraba la de
restituir sus derechos dinásticos sobre la Corona de
Francia en caso de fallecimiento prematuro y sin
descendencia del joven rey don Luis XV de Francia y IV
de Navarra, lo que supondría una flagrante
incumplimiento de la renuncia formal efectuada por
Felipe V a la Corona de Francia para él y sus descendientes [ Una vez que Felipe V tuvo fijados sus objetivos militares, el 22 de agosto de 1717 una flota de guerra española desembarcó en Cerdeña con el objetivo de conquistar la isla mediante el empeño de la fuerza y justificar su política expansionista como un hecho consumado.
En julio de 1718 los españoles invadieron la isla
de Sicilia. En cambio en esta ocasión al conocerse el
desembarco español en Sicilia el emperador Carlos VI decidió
integrarse el 2 de agosto de 1718 en la alianza a tres
formada y ratificada en La Haya el 4 de enero del año anterior [ La nueva alianza a la que se adscribió el emperador Carlos VI recibió el nombre de "Cuádruple Alianza", y surgió como respuesta a la beligerante y expansionista política de la Monarquía Española 53.78 y para obligar al rey de las Españas S.M. don Felipe V a acatar las resoluciones internacionales acordadas en los tratados de Utrecht, Rastatt y Baden. Sin solución de continuidad el 9 de enero de 1719 el regente del reino de Francia, el duque de Orleans, le declaró la guerra a su sobrino Felipe V tras descubrirse en la corte de Versalles la llamada "conspiración de Cellamare" urdida por el embajador del rey de las Españas en la corte de Versalles, don Antonio del Giudice, cuya función consistía en propiciar intrigas que derrocasen al regente don Felipe de Orleans y, llegado el caso, asignar en su lugar al rey de las Españas don Felipe V la regencia de Francia 53.81.
Así, los ejércitos
del dúplice monarca de Francia y de Navarra S.M. don
Luis comenzaron a concentrarse desde la segunda mitad de
enero en Baiona, San Juan de Luz y Hendaia, anunciando
un inminente ataque a las fronteras españolas por el río
Bidasoa. Igualmente se dispuso que el comandante en jefe
del ejército movilizado fuese el reputado mariscal de
Francia el duque de Berwick don James Fitz-James, hijo
ilegítimo del derrocado y ya difunto monarca S.M. don
Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia, a su vez
último monarca católico de Inglaterra, Escocia e
Irlanda. El duque de Berwick ya había dado muestras de
su enorme valía militar a las órdenes del difunto rey de
Francia y de Navarra S.M. don Luis "el Grande"
consiguiendo, entre otras, la victoria en la decisiva
batalla de Almansa (1707) durante la Guerra de Sucesión
en España. Todo presagiaba que una vez que el duque de
Berwick iniciase la incursión militar en España también recobraría
en favor del legítimo rey de Navarra S.M. don Luis la Navarra peninsular 52.297
que en virtud de los legitimistas de la época permanecía injustamente ocupada y sometida al yugo
de príncipes extranjeros [
Advertido de la
acumulación de tropas al norte de los Pirineos el 17 de
enero el calabrés don Tomás de Aquino, marqués de Castiglione y virrey español de Navarra por decisión
personal del propio monarca español Felipe V, envió una
circular a los pueblos de la Alta Navarra que permanecía
ocupada por los españoles desde 1512 e incorporada a la Corona de los reyes de Castilla
desde
1515
[ Y es que con la invasión en ciernes de la frontera occidental española por parte del ejército del legítimo rey de Navarra, la falta de tacto de las autoridades militares españolas en la praxis a seguir para convocar en casos de guerra y con arreglo a Fuero 52.305 tanto a las milicias de defensa de la Navarra ocupada como a las de la vecina y también foral provincia de Guipúzcoa, podían generar el inicio de conflictos jurisdiccionales que debilitasen de manera crítica la defensa de la frontera española 53.80. En la vecina provincia de Guipúzcoa, la autoridad militar española mostró inicialmente el similar desapego por los usos y costumbres forales mostrados en Navarra e irritó a la provincia guipuzcoana 38.18 efectuando un llamamiento a las armas, sin caer a cuenta que las atribuciones para ordenar los alardes y las posteriores levas de defensa eran una competencia foral. Corregido el incipiente contrafuero y normalizadas las relaciones entre las autoridades militares españolas y las nombradas por las Diputaciones guipuzcoanas 53.86, la Junta particular de Guipúzcoa seguidamente eligió con arreglo a Fuero al Coronel General que ejercería de Jefe de las milicias de la provincia y también eligió la llamada "Diputación a Guerra", cuyas órdenes debían ser obedecidos por el Coronel General electo quien a su vez debía entenderse con los generales de las tropas regulares dispuestas por mandato del Rey Felipe V 38.18.
Felipe V por su
parte ordenó el 25 de enero
38.18
que se fiara la defensa de la plaza fuerte de la ciudad
fronteriza y amurallada de Fuenterrabía a un natural de
la provincia que se encontraba cerca de él, don
Francisco Joseph de Emparan, antiguo Coronel de una
Compañía de guardias españolas
38.18
y hasta ese momento diputado de la provincia de
Guipúzcoa en la corte de Madrid
52.305.
El inexorable
invierno hizo retrasar las primeras acciones militares a
la espera del momento más propicio, hasta que el 18 de
abril de 1719 el duque de Berwick ordenó al marqués de
Silli
41.15
iniciar la ofensiva terrestre. Sin contratiempos y
cumpliendo las órdenes del mariscal Berwick, las tropas
avanzadas del marqués de Silli liberaron la villa
navarra de Vera, a orillas del río Bidasoa, donde
también corrieron el paso del puente que llamaban de "Alcyaga" [ El 21 de abril la avanzadilla de las tropas del mariscal Berwick tomó sin apenas oposición el desprotegido poblado de Irún, y comenzó a levantar un campamento en las inmediaciones de la "Cruz de Mudela"45.27. Dos días despues, el día 23, lanzaron un ataque terrestre contra una fortificación en poder de los españoles situada en la bocana oriental del puerto de Pasajes, el castillo de Santa Isabel, casi inexpugnable por mar en virtud de sus 12 cañones que protegían la entrada al puerto pero ineficaz ante los ataques terrestres provenientes desde el monte Jaizquibel 52.308. La defensa del castillo apenas duró un día ya que al día siguiente los 50 españoles que lo defendían decidieron abandonarlo y buscar refugio dentro de las murallas de Fuenterrabía 45.27. El mismo día, el sábado 13 de mayo, llegaron al acuartelamiento de Irún otras tres banderas de refuerzo enviadas por el duque de Berwick compuestas por 1.500 hombres, 22 cañones y 7 morteros de bronce, enviados con el objetivo de encarar un inminente cerco sobre las murallas de Fuenterrabía. Y dos días después será el propio Berwick quien saliendo ese mismo día 15 de Baiona 38.19 hizo su entrada en Irún, terminando de llegar al acuartelamiento las últimas 27 banderas con otros 4.500 hombres el día 17 45.27. Al mismo tiempo y mientras la estática artillería del mariscal Berwick diezmaba las defensas de las murallas de Fuenterrabía, más al oeste otras desenvueltas unidades del mismo ejército avanzaban posiciones por la Bahía de Pasajes, en cuyos astilleros neutralizaron 6 buques de guerra españoles 41.15 que se hallaban en construcción. Para el día 26 ya habían capitulado en favor del rey de Francia y de Navarra el castillo de Santa Isabel y la torre de Pasajes de San Pedro, y las tropas de Berwick se preparaban para levantar un nuevo cerco frente a las murallas de San Sebastián, sin perjuicio de la previsible capitulación de Fuenterrabía.
La noticia de la
victoriosa toma de la ciudad amurallada de Fuenterrabía
se fue propagando rápidamente y fue recibida con júbilo
en la cercana e irredenta Baja Navarra. La buena nueva
fue igualmente difundida con ilusión a lo largo y ancho
del vecino reino galo, y tan pronto S.M. el
cristianísimo rey de Francia y Navarra don Luis tuvo
conocimiento de la toma de Fuenterrabía envió una carta
al arzobispo de París, S.E.R. don Luis Antonio de
Noailles, para que fuese cantado un "Te Deum" en la
catedral de la villa de París. Así, el día 19 se celebró
una ceremonia de acción de gracias en Notre Dame de
París en honor a la victoria obtenida por el mariscal
Berwick en Fuenterrabía [ Los días siguientes a la toma de Fuenterrabía, las tropas del dúplice rey de Francia y Navarra continuaron su despliegue tomando posiciones alrededor de la ciudad de San Sebastián, como las villas de Hernani y Andoain 53.80, iniciando las disposiciones para oficializar el 24 de junio el asedio de la plaza amurallada de San Sebastián 53.81. El 1 de julio llegó el duque de Berwick por el camino de Hernani y se instaló en el alto de Ayete desde donde dirigirá personalmente el asedio 53.82 dedicando especial cuidado a no dañar edificios religiosos y a evitar cualquier exceso contra la población civil 53.80. Dos días más tarde, San Sebastián quedó bloqueada y el gobierno civil 53.81 de la plaza capituló el 2 de agosto, aunque algunos reductos militares de defensa se atrincheraron en el inaccesible castillo de intramuros, situado en la zona más alta de la ciudad.
El victorioso e
imparable mariscal Berwick quien, aprovechándose del
descontento general 53.79 de la población guipuzcoana,
alavesa y vizcaína con Felipe V por motivo de sus
políticas centralistas y vulneración de algunas
prerrogativas forales como el reciente traslado de las
aduanas interiores con Castilla a los puertos de mar o
fronteras con Francia en 1718 53.81, ofreció a esos tres
territorios forales guardar sus fueros a cambio de la obediencia
al rey de Francia y de Navarra, lo cual fue bien
recibido por los lugareños. El 7 de agosto de 1719 la
Diputación General de Guipúzcoa rendía obediencia al
dúplice rey de Francia y de Navarra53.79.
Y sin salir de
Guipúzcoa, el 17 de agosto el brigadier De la Mota
enarbola bandera blanca en San Sebastián 53.82, saliendo
la guarnición militar parapetada en el castillo 53.81 con
todos los honores. La noticia de la capitulación de los
españoles en la capital donostiarra se propagó
rápidamente hasta París, donde el joven rey de Francia
de Navarra la recibió con tanto júbilo que a su vez el
27 de agosto
53.141
envió una carta al distante gobernador general de
Canadá, en América del Norte, ordenando que se cantase
un "Te Deum" en la catedral de Quebec con motivo de la
toma de la ciudad y del castillo de San Sebastián [
La justificación
que esgrimieron las autoridades de la provincia
guipuzcoana para cambiar de fidelidad y revestir de
legitimidad la decisión de obedecer al monarca de
Francia y de Navarra sin que pareciese un acto de
deslealtad hacia la Monarquía Hispánica, fue que desde
el año 1200 [ Pero aunque las tropas del mariscal Berwick habían conseguido tomar Fuenterrabía y San Sebastián, y allanado la reticencia inicial del resto de la provincia guipuzcoana aceptando respetar sus particularidades forales, la situación en la aledaña Alta Navarra era muy distinta: los ejércitos de Felipe V seguían manteniendo bloqueados los accesos hacia Pamplona y sus tropas aguardaban reciamente atrincheradas en sus fortificaciones. Ante la imposibilidad de un avance rápido en dirección a Pamplona debido a la gran acumulación de tropas enemigas, el mariscal Berwick desestimó adentrarse en Navarra y prefirió progresar hacia Álava y Vizcaya, que estaban peor defendidas. El día 29 de agosto, sin apenas oposición, será la provincia de Álava quien rinda obediencia a S.M. el joven rey don Luis bajo la condición de la salvaguardia de sus fueros53.79. Y los representantes vizcaínos harán lo mismo atendiendo a una invitación previa del día 11, rindieron obediencia al rey de Francia y de Navarra.
El mariscal
Berwick era conocedor que si a continuación dedicaba sus
esfuerzos a liberar la ciudad Pamplona, el resto de
Navarra no tardaría en seguir su ejemplo 52.297.
Pero en virtud del esfuerzo bélico acumulado, la
complejidad de gestión de los nuevos territorios forales
controlados, y el volumen, buen abastecimiento y
equipamiento con el que contaban las fuerzas de
ocupación españolas ventajosamente acantonadas tanto en
las murallas como en la ciudadela de Pamplona como en el
resto de las estratégicas fortificaciones navarras,
decidió que a estas alturas ya resultaba demasiado
arriesgado avanzar militarmente sobre Navarra y
presentar una ofensiva contra el ejército de Felipe V. Además, por un lado las promesas fiscales que el mariscal Berwick pudiera ofrecer a la burguesía y nobleza de la Alta Navarra sobre la extinción de las nuevas aduanas impuestas por Felipe V, y que tan buen resultado le había dado en las negociaciones con las autoridades guipuzcoanas, alavesas y vizcaínas, inmediatamente podrían ser neutralizadas por el propio rey de los españoles, presente personalmente en Navarra.
Y por otro lado,
la Alta Navarra se encontraba militarizada y su
población civil sometida desde hacía años a un estricto
control por parte de los ocupantes españoles, siguiendo
vigente en la memoria colectiva de los naturales el
recuerdo de la detención en 1646 del capitán baztanés
don Miguel de Itúrbide, un beamontés crítico con las
intromisiones del virrey español de Navarra en las
atribuciones de competencia Foral, y su misteriosa
muerte dos años después vinculada a rumores de
sublevación [ Con casi todas las tropas españolas atrapadas en Sicilia o acantonadas en Pamplona, al mariscal Berwick le pareció que había llegado el momento de dar por concluida la campaña del Bidasoa y de atacar a los españoles por otros frentes, o de confiar que la devolución de la Alta Navarra a su legítimo rey pudiera venir como consecuencia de los ventajosos términos de paz que se pudieran negociar tras la previsible e inminente rendición de Felipe V, militarmente acosado en todos los frentes. A su vez Felipe V, conseguido el objetivo de evitar en Navarra cualquier batalla a cambo abierto contraria a sus intereses, con las fronteras navarras aseguradas, las estrategias defensivas desplegadas en sus cuarteles y conocedor de que el mariscal Berwick no se encontraba ya en disposición efectiva de presentar batalla en la Alta Navarra con un mínimo de garantías, el rey español, quien a principios de septiembre se encontraba en Tudela, retomó el camino de regreso a Madrid. Pero el desplazamiento de Felipe V hacia la Meseta Central presagiaba, no obstante, un retroceso defensivo en el resto de frentes que tenía abiertos contra la "Cuádruple Alianza". Los ingleses, por su parte, desembarcaron en Galicia y el 21 de octubre se apoderaron del puerto de Vigo41.14. Con Galicia saqueada por los ingleses, con los territorios forales de Guipúzcoa, Álava y Vizcaya rindiendo obediencia al rey de Francia y de Navarra, la frontera catalana amenazada, y el grueso del ejército español atrapado en Sicilia y las unidades del extremo occidental de los Pirineos atrincherdas en torno a Pamplona 53.81, Felipe V finalmente cedió a las presiones tanto internas como externas y no le quedó más remedio que pedir la paz con la "Cuádruple Alianza". Derrotado, Felipe V dio respuesta a la primera condición preliminar impuesta por la "Cuádruple Alianza" y el 5 de diciembre de 1719 cesó fulminantemente a su principal y más influyente consejero el cardenal Giulio Alberoni, el ministro encargado de ejecutar la política decidida por el rey y la reina, lo que posibilitó el inicio de las conversaciones de paz.
Durante las
negociaciones de paz
41.14, 52.298
don Juan Daniel Schoepflin 53.81
publicó un opúsculo [
"(...)
En
1722 se publicó en la editorial que Jerôme Dupoux
(¿1661?-†1730) tenía en Pau, bajo autorización del rey
de Navarra S.M. don Luis "el Bienamado", una reedición
del Fuero Moderno
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LUIS III |
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LUIS V |
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LUIS IV |
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1715-1774 |
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HERÁLDICA:Su Majestad don Luis XV de Francia y IV de Navarra dispuso de corona real y las armas heráldicas plenas de Francia y de Navarra, cuyas características se detallan a continuación:
● Contorno exterior de los escudo de armas:
● Campo del escudo:
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Notas
2
3
4
5
Relación de entradas
referenciadas:
37.1
Avgvste Galland - “Memoires povr l'histoire de Navarre et de Flandre, contenans le droit dv roy
av royavme de Navarre” - 1648
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